Estos ejercicios de constelaciones familiares o también conocidos como ejercicios sistémicos (aún cuando se podrían considerar genéricos) son de gran ayuda para calmar la ansiedad y sobre todo ayudarnos a colocarnos en el aquí y en el ahora, en nuestro eterno presente.
Para poder realizar los ejercicios sugerimos tomarnos unos minutos al día, en un lugar tranquilo donde no tengamos distracciones.
¿Cuántas veces puedo realizar los ejercicios?
Las veces que debas realizarlos solo depende de ti. Hay quienes recomiendan que se hagan por 21 días, o también se pueden realizar cuando lo sientas necesario.
¿Cuál es el orden para realizar los ejercicios? Se pueden realizar los ejercicios como mejor convenga.
¿Cómo iniciamos los ejercicios?
Para iniciar el ejercicio nos basaremos en la meditación Vipassana de la cual muchas otras técnicas de meditación se ayudan. Comenzaremos con tres respiraciones suaves y profundas, concentrándonos en nuestra respiración, sintiendo como entra el aire y como sale.
Una vez realizadas las tres respiraciones profundas volveremos a nuestra respiración normal, siguiendo observando nuestra respiración.
EJERCICIOS PARA EL DÍA A DÍA
Estos tres ejercicios se pueden implementar en nuestra vida diaria a ser posible.
Son ejercicios que se pueden realizar en cualquier lugar y momento, como mínimo se sugiere que sean realizados por 21 días o más, a ser posible.
💕"Gracias querida mamá, gracias querido papá"
Lo podremos realizar ante cualquier emoción extrema que aparezca durante la constelación, como por ejemplo cuando estemos muy enojados, muy tristes e incluso cuando estemos muy alegres o eufóricos.
Con el tiempo tomaremos consciencia que lo podemos realizar en cualquier momento emocional de nuestro día. Incluso puede llegar el momento que se hará como agradecimiento por el simple hecho de vivir.
Ejercicio: Cierra los ojos, haz tres respiraciones suaves y profundas, imagina o visualiza a tu papá y a tu mamá delante de ti, y ahora toma tu cuaderno y escribe: Gracias querida mamá, Gracias querido papá, tres veces. Respira una vez suave y profundo y puedes continuar con tu día.
Duración aproximada: 2 minutos.
💕"Observar mis pensamientos"
Se debería de hacer como parte de nuestra rutina diaria, pero como en el ejercicio anterior sugerimos que se practique un mínimo de 21 días.
Este ejercicio consiste en observar tus pensamientos durante el día, evitando juzgarte o criticarte, para observar los pensamientos que predominan, el objetivo es determinar si los pensamientos predominantes son positivos (te dan fuerza) o negativos (te debilitan). Conviértete en un observador, solo tienes que hacerlo conscientemente.
Ejercicio: Cierra los ojos, haz tres respiraciones suaves y profundas. Ten a mano dos hojas de papel, o un cuaderno y anota en una página los pensamientos que te dan fuerza, y en otra página aquellos que te debilitan.
Duración aproximada: Todo el día
💕"Mi lenguaje interno"
Consiste en darnos cuenta como es nuestro dialogo interno, cómo nos hablamos. Si lo hacemos con odio y resentimiento o con amor y dulzura.
Si observamos que nos estamos hablando con odio y resentimiento, nos decimos: lo siento,... (corregimos nuestro dialogo por algo amoroso).
Por ejemplo: Si me percato diciéndome: con este vestido me veo horrible, en ese instante buscar el contrario que podría ser: lo siento, tal vez no veo como yo deseo, estoy trabajando en mí.
Podemos aclarar que cambiar el lenguaje interior no significa caer en la falsa modestia o en la falsa espiritualidad, es decir, que volvernos egocéntricas/os y pretender sentirnos superior a las demás personas. Recuerda: No eres ni más, ni menos, solo eres diferente.
Duración aproximada: Todo el día.
OTROS EJERCICIOS PARA CONSTELAR
Tomar a los Padres:
Visualiza a tus padres frente a ti.
Agradece y acepta todo lo que te han dado, escribiendo las veces que necesitas que es necesario frases como “Gracias mamá, gracias papá, por darme la vida”.
El Árbol Genealógico:
Dibuja tu árbol genealógico y escribe una breve descripción emocional de cada miembro.
Debajo de cada nombre que has situado anota un listado de emociones o características que consideras lo definen.
También puedes usar nubes de palabras.
Identifica patrones y dinámicas familiares que se repiten.
La Silla Vacía:
Coloca una silla vacía frente a ti y visualiza a un miembro de tu familia con quien tengas un conflicto.
Escribe un diálogo con esa persona, expresando tus sentimientos y escuchando su respuesta imaginaria.
El Movimiento Interrumpido:
Si sientes que hay algo que quedó pendiente con un familiar, visualiza ese momento y permite que el movimiento se complete.
Esto puede incluir escribir un texto o un breve poema en el que se abraza a un padre o componer un texto que aquellas palabras que no pudiste decir en su momento.
La Carta de Liberación:
Escribe una carta a un miembro de tu familia (esté vivo o no, tengas relación con él o ella o no) expresando todo lo que necesitas decir para liberarte de cargas emocionales.
No es necesario enviar la carta; el objetivo es liberar tus sentimientos.
El Lugar en la Familia:
Reflexiona sobre tu lugar en la familia y cómo te sientes en ese rol.
Puedes hacer un dibujo en forma de caligrama, o escribir sobre tus sentimientos y cómo te gustaría que fueran las cosas.
El Diálogo Interno:
Escribe una entrevista entre diferentes partes de ti mismo que representan a tus padres o ancestros.
Escribe qué preguntas le harías.
Esto puede ayudarte a entender mejor tus propios conflictos internos y cómo se relacionan con tu familia.
Estas prácticas escritas pueden facilitar la autoexploración y sanar las dinámicas familiares, promoviendo una mayor comprensión y bienestar emocional.
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