Un objeto como pretexto para el autoconocimiento y el texto creativo.


Por Ana Galindo

Para @palabrasazules_escritura


Esta propuesta de escritura creativa está basada en los  OBJETOS  como elementos  de inspiración para:

  1. Crear textos originales y fantásticos.
  2. Como pretexto para el autoconocimiento y la introspección.
  3. Incrementar el número de posibilidades de experimentar con los diferentes lenguajes.
  4. Aprovechar la capacidad del ser humano de construir el conocimiento a través de la sorpresa.


Los niños y niñas, como decía Rodari, ...
"Son una gramática de la fantasía y una gramática de la creatividad"

Un objeto como pretexto

  • Coloco un objeto sobre la mesa principal y pido a alguien que salga a inventarse una historia con ese objeto.
  • Se puede comenzar con dos objetos o añadir el segundo después de que la historia ya tiene argumento.
  • Puedo pedir a otra persona que se integre en el desarrollo de la historia.
  • Puedo sugerir que hay algún problema, que se pierde el objeto, que se rompe, . . .
  • En principio utilizamos esta actividad para mejorar la forma de expresarnos oralmente, y luego también se puede utilizar para escribir textos narrativos, practicar la forma de diálogo escrito o el texto descriptivo.
Podemos también analizar otros tipos de dinámicas relacionales.

Me conozco a través de los objetos: "Yo, si fuera un objeto" 

Este ejercicio puede ser útil para potenciar el autoconocimiento y registro del self o el sí mismo.

Propuesta de escritura:

1- Elige un objeto. Por ejemplo: un florero, un auto, un sofá, etc. No hay criterio para elegir el objeto, el primero que venga a tu mente, va a estar bien.

2- Escribe quién eres a partir de ese objeto. 
Por ejemplo, si elegiste un florero, podría ser algo así como: 

  • “Soy un florero al que llenan de agua y flores. Un florero que suele estar al alcance de la mano de otras personas..” 
  • Una variante puede ser escribir en tercera persona, es decir, que el objeto describa a quién ve. Cómo es esa persona, qué se imagina de ella.
  •  O bien, para aquellas personas que les dificulta más conectar con objetos inanimados, describirse a partir de los ojos de otras personas, puede resultar (por ejemplo, desde el punto de vista del verdulero de mi barrio, desde el punto de vista de una vecina).

Relato o Poesía de lo cotidiano

  • Podemos usar un lenguaje aparentemente irónico de un  intrascendente acto u objeto para darnos pie para el trabajo en cuestión, que consiste en tomar acciones cotidianas o artículos domésticos como objeto de poesía. 
  • La pretensión es, en principio, ofrecerles un tema de escritura concreto sobre el cual trabajar, a lo que se suma el desafío de presentar en forma poética algo que en apariencia no lo es (es decir, darle trascendencia poética a lo que parece trivial). 
  • El punto de partida puede ser la lectura de varios poemas de Dámaso Alonso: “Monstruos”, “Yo”, “Insomnio”, “La obsesión”, entre otros. 
  • Como sugerencia, se le ofrece al grupo una lista de acciones u objetos tentativos sobre los cuales escribir: 

a) una silla/ sillón/ hamaca
b) una almohada
c) abrir una puerta
d) estornudar
e) sacar una foto
f) lavarse los pies
g) perder el tiempo
h) tener pereza/ desperezarse
i) una gotera
j) una camiseta
k) escalar
l) madrugar
m) respirar

"EL RELOJ Y LA FREGONA" 


Había una vez
 una Fregona y un Reloj que vivían en un desván de una antigua fábrica. Un día, un joven llamado Daniel, que no tenía donde vivir, pasaba por allí y decidió visitarla.

Daniel se la recorrió entera, hasta que llegó al desván, y allí empezó a escuchar ruidos. La Fregona y el Reloj estaban bailando y, al percatarse de su presencia, se quedaron quietos.

De vez en cuando él iba llevando cosas al desván para alojarse allí. Por las noches, ya instalado, cada vez que se dormía... la Fregona y el Reloj se ponían a cantar, bailar, pasear fuera e ir a la calle.

Pero un día el muchacho, extrañado por los ruidos que a veces aparecían, se hizo el dormido y vio todo lo que pasó: bailaban, cantaban, salían a la calle...

Los objetos, no obstante, se dieron cuenta de que él los observaba y entonces decidieron hablar con el joven. Encarados le dijeron:

-¿Por qué nos espías?- Dijo la Fregona.
-Porque cuando vine a este desván escuché muchos ruidos, y sin embargo cuando entraba todo estaba en su sitio. ¡Me quedé alucinado!- dijo Daniel.
-Ah, ¿era eso? - dijo el Reloj.
-Sí, es que que quería saber lo que hacíais, porque me aburría mucho aquí solo- dijo el niño.
-Vale, si quieres venirte con nosotros, puedes hacerlo. Así nos divertiremos los tres- dijeron los dos objetos a la vez.
-Acepto- Dijo el niño.
Entonces, todos juntos muy contentos, se fueron a la calle, bailaron, cantaron y se divirtieron mucho.

Finalmente, Daniel y los objetos montaban unas fiestas muy divertidas, con todos sus amigos del desván. La Fregona y el Reloj se hicieron querer por todo los objetos y personas que habitaban la antigua y olvidada fábrica, y ya siempre estuvieron juntos.

/PaoLa CorrEa/

Alumna de 5º de Primaria 11 años

Cuento basado en una consigna : Historia entre dos objetos inanimados.


"LA ESTRELLA Y EL VESTIDO"






Había una vez, una niña llamada Ana que fue un día con su madre de compras al centro de la ciudad en busca del vestido perfecto.
En otro lugar,...un vestido sale de la casa y se va al bosque. Allí, se encuentra con una estrella y ésta le pregunta : -¿Por qué estás tan triste? -
-Porque a mi dueña no le gusto como el primer día que me vio. - le respondió éste.

Al poco un rato, la estrella tuvo una idea asombrosa: - Oye, ¿y si me introduzco en tu tejido y así te hago brillar más, para que tu dueña te quiera como el primer día y te pongas contento por fín?
-Vale, buena idea- dijo el vestido.

Pronto la estrella  estaba dentro de su nuevo amigo, y juntos regresaron a casa de la pequeña niña para darle una gran sorpresa al día siguiente, cuando fue a vestirse para ir al cole.

La niña quedó deslumbrada cuando descubrió la sorpresa del vestido y decidió ponérselo siempre que pudiese.

Al final, la niña nunca se quiso desprender del vestido, y aunque se le quedó pequeño pasados unos años, lo guardó en una caja preciosa y grande en el fondo del armario y, en los momentos tristes, lo saca y se lo pone para bailar por todo su cuarto.


/Paula Guerrero/

Alumna de 6º de Primaria 12 años

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